Los tres kayakistas que fueron hallados muertos ayer martes, a 10 kilometros al sur de Cabo Raso, oriundos de Camarones son velados a cajón cerrado, desde la tarde noche, en el Gimnasio Municipal de Camarones, por decisión de la intendente Claudia Loyola, que accedió ante la tragedia sin precedentes que ha vivido la pintoresca localidad costera.
Los fallecidos son José Miguel Caileo, de 34 años, Franco Elías Grande, de 27 y Roberto Darío Faccio, de 39 años. Todos padres de familia, ligados a traves de la pasión por la pesca deportiva, como tambien por la labor junto a la industria de la pesca,, pues dos de ellos estaban ligados al SUPA y trabajaban como guincheros.
Los cuerpos de los fallecidos arribaron a Camarones, via terrestre cerca de las 17 horas. Se improvisó una suerte de morgue en la caul se realizaron las pericias de rigor en este tipo de decesos y seguidamente, en un acto humanitario, se le permitió a sus familiares más intimos verlos y despedirlos de manera privada, antes de montar la capilla ardiente en el gimnasio municipal.
La decisión de velar a las tres víctimas obedeció a cumplir con un pedido de sus familias y en reconocimiento a la profunda amistad que los unía, explicó ayer por la tarde la intendente, Claudia Loyola en el Panorama Central.
La localidad toda de Camarones siguió con profunda tristeza cada instante que rodeo a la tragedia. Desde la noticia de la desaparición de los pescadores y sus embarcaciones, hasta la triste noticia de su hallazgo sin vida y su traslado al pueblo.
Foto gentileza ADN Sur: de izquierda a derecha Dario Faccio; Franco Grande y José Miguel Caileo
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