Estamos a pocas horas de iniciar la celebración del 152 Aniversario de la creación de la Comisión Nacional de Bibliotecas Populares. Es un motivo de celebración que un Organismo estatal dedicado a la
promoción de la lectura y las bibliotecas, siga cumpliendo su función asociativamente con las comunidades lectoras a lo largo y ancho del país, reinventándose y actualizando sus metodologías, abordajes, equipamientos y actividades para seguir haciéndolo.
Es también el día de las Bibliotecas Populares, que operan como centros culturales, cívicos y comunitarios en las localidades más pequeñas y distantes de los grandes centros urbanos, en zonas rurales, en las barriadas humildes de las metrópolis, y también en edificios ancestrales, y en modernas construcciones en las más importantes ciudades de provincias.
Más de 4 millones de usuarios, más de 30 mil voluntarios y 5 mil empleos, y más de 20 millones de libros, son cifras que objetivan y ponen de relieve la magnitud e importancia de este movimiento cultural único por su naturaleza y extensión que ha atravesado tres siglos en su existencia.
Nació en 1870 durante la presidencia de Sarmiento; materializó en 1986 durante la presidencia de Alfonsín con la ley 23351 – ley por la
que se creó además el Fondo Especial para las Bibliotecas Populares – el modelo de asociación entre Estado y Sociedad Civil para el desarrollo de oportunidades culturales, y se mantuvo vital con su incorporación adicional al presupuesto nacional desde 2005 durante la presidencia de Kirchner.
El 23 de septiembre debería ser un día de pleno festejo porque durante el año la CONABIP ha distribuido entre las Bibliotecas 564 millones de pesos para su funcionamiento, 20 millones de pesos para aplicar a proyectos para mejorar sus edificios, desarrollar acciones ciudadanas, promover la lectura etc.
Y porque hemos invertido más de 140 millones en la compra de libros y contenidos. Y tiene prevista la continuidad del último trimestre de este año por otros 300 millones más.
Sin embargo, la celebración será en medio de la angustia y de las manifestaciones de reclamo, porque en el año 2017 con un inciso de un artículo de una ley impositiva el Congreso Nacional sancionó durante la presidencia de Macri, arrasó con una política de lectura que había atravesado la historia cultural argentina; desestimó sin decir ni una palabra al respecto los objetivos de la Ley 23351, y amenaza a partir de diciembre de este año – fecha de su entrada en vigencia – con las demolición de esa experiencia única.
La Cámara de Diputados dio media sanción en junio de este año a una Ley que repara el atropello de aquella decisión política de 2017, pero el Senado Nacional no ha retomado aún su tratamiento en el recinto para poner fin a la angustia de tantas y tantos, que se disemina a lo largo y a lo ancho del país y empaña lo que debería haber sido un día de celebración en alegría por la satisfacción de la tarea cumplida.
Querríamos decir Feliz 152 Aniversario CONABIP, Feliz Día de las Bibliotecas Populares. Pero, con el apoyo de casi 1500 Bibliotecas Populares, sus dirigentes y usuarios, lectores, bibliotecarios, vecinos de las comunidades que se han expresado en estos días a través de más de 60 mil firmas y actos en todo el país, y juntamente con la solidaridad de la Unión de Escritoras y Escritores, la Fundación EL Libro, asociaciones bibliotecarias, otras Bibliotecas nacionales especializadas, la IFLA, la Cámara Argentina del Libro y la
Cámara Argentina de Publicaciones decimos simplemente que esperamos por Bibliotecas Populares Abiertas