En una mañana muy luminosa en Puerto Rawson, tuvo lugar el acto de descubrimiento de la placa que le da el nombre de Gerónimo Melivilo -un antiguo poblador de ese barrio-, recordado y querido por su gran trabajo de inserción social, al playón deportivo existente a muy pocos metros de la rotonda de la Virgen, en el acceso norte al puerto.

El acto sencillo pero muy emotivo fue presidido por el concejal Dulio Monti, acompañado por su par Ester Luque y el Secretario Legislativo Brian Wirz

Asistieron los Secretarios del gabinete municipal, Daniel Tamame, Anahí Olivera y Miguel Larrauri como asimismo los funcionarios Ariel Caballero; Natalia García; Vanina Castaño e integrantes de los equipos de trabajo de las diferentes secretarias.
Por el Poder Ejecutivo chubutense asistió el subsecretario de Pesca Diego Brandan y por el Poder Legislativo provincial el coordinador de Presidencia Horacio Quinteros.

Los hijos del vecino homenajeado, los nietos como su esposa Cristina Perez y su cuñado Julio Cifuentes además de muchos vecinos completaron un auditorio que escuchó con atención la lectura de la ordenanza 9009 que consagra el nombre de Melivilo para el playón deportivo que otrora fuera el lugar donde bajo la conducción del mencionado vecino los chicos de ese sector jugaban al fútbol diariamente y los fines de semana competían.

Muy querido

Al momento de referirse a la semblanza de Melivilo, llegado a la zona como un adolescente; para luego casarse muy joven y conformar una extensa familia con siete hijos, el concejal Monti destacó el reconocimiento de los vecinos portuarios hacia el trabajo del “Negro” como popularmente y cariñosamente se lo llamaba.

El concejal incluso trajo a colación vivencias de su propia infancia, recordando haber jugado en esa canchita de tierra en el futbol infantil teniendo presente la imagen del vecino que ahora le da nombre al lugar.

Agradecimiento familiar

Cerrando la lista de oradores, su hija Raquel asumió la representación de sus hermanos y madre agradeciendo el acto de reconocimiento hacia su padre y expresó la gran emoción que los embargaba.

Más tarde y luego del descubrimiento de la placa, como de las fotos de recuerdo, casi entre sollozos su esposa y su cuñado también manifestaron su profundo agradecimiento por el acto de homenaje.

También reclamaron que la sociedad acompañe cuidando ese espacio para que lo puedan disfrutar los chicos del barrio.

Muy emotivo

“La verdad que fue muy emotivo y lindo poder ver a los chicos y los nietos que formaron esta familia”, dijo Cifuentes..

Agradeció el respaldo dado por el concejal Monti y sus secretarias para que se concrete el reconocimiento.

Recordó su infancia, jugando junto a los hijos de Melivilo y los chicos del barrio jugando. “Eramos pocas familias y esto era la diversión de todos nosotros”, recalcó.

“Cocinábamos tortas fritas, pan, siempre les dábamos algo a los chicos”, recordó su esposa Cristina quien mencionó que hace 50 años reside en ese lugar.

“El Negro era de un corazón enorme” concluyó Cifuentes.