A media mañana de hoy jueves, FM Bahía Engaño hará un alto en su cotidiano contacto con el público para abocarse a una ceremonia especial, única y de profundo reconocimiento y gratitud.

Como dice el título del artículo, promediando la mañana habrá un sencillo acto pero a su vez de profundo sentimiento: el estudio de la radió llevara el nombre del querido Rubén Darío Vega.

Y eso se explica porque entre las paredes de ese estudio, Rubén Dario Vega, “Macayita”, como lo apodaron los oyentes del mundo del deporte vivió la pasión que lo mantuvo encendido llevando adelante el mandato de informar sobre cada deporte, profesional o amateur, consolidado o en formación.

No hubo razón o impedimento alguno que se interpusiera entre su vocación de mantener al aire su programa cotidiano, “dedicado al deporte”, como gustaba aclarar, “porque no hablamos solo de fútbol”, advertía cada vez que era necesario.

Humilde como pocos, con un corazón grande como una casa, supo llegar a los lugares mas alejados, acompañando a los equipos de Rawson, que salieron a competir fuera de la capital chubutense.

Habló con las grandes figuras que escribieron la historia del deporte local. Pero también recibió a los jóvenes talentos que llegaron buscando suerte. Y ni que decir que le puso todo su respaldo a las nuevas propuestas que con el tiempo fueron apareciendo. Por ejemplo el Departamento de Fútbol Infantil con Manzanita Rodríguez y mucho más acá con el Departamento de Fútbol  Femenino de la Liga valletana..

Es decir que supo llenar ese estudio, de Sarmiento 21o, con sueños y esperanzas, con lágrimas de emoción y también cuando correspondió de tristeza.

Su terca decisión de no rendirse siquiera ante sus propias limitaciones físicas, le dieron la garra suficiente para llevar su calvario con tremenda dignidad, apoyado en el amor que supo cosechar en vida de muchos amigos, acuñados en todos los deportes. De quienes admiraban su obstinado peregrinar por las calles y campos deportivos, cualquiera fuera el clima, la hora ó la distancia.

Por todo eso y mucho más, hoy su familia; sus compañeros de la emisora; los colegas de otros medios de comunicación y seguramente la afición deportiva muchos vecinos de esta ciudad que lo cobijó y que el aprendió a amar, harán estallar sus manos, para aplaudir hasta dejar las palmas rojas, rindiendo homenaje  al gran Rubén Darío que desde su foto alumbrará el estudio, ese en el cual dejó impregnado los jirones del amor con el cual abrazo a todos. En nuestra memoria siempre.