En una escalada sin precedentes, el precio de los combustibles experimenta su primer incremento del año, llegando a niveles cercanos al valor histórico de un dólar. Esta alza es reflejo directo de decisiones gubernamentales y podría marcar el inicio de un año con nuevos récords en precios para los consumidores.

Desde las primeras horas del 3 de enero, los argentinos se enfrentan a un nuevo golpe en sus bolsillos: los combustibles registran un incremento del 27%. Esta subida se produce tras dos significativos aumentos en diciembre de 2023, sumando un aumento acumulado del 76% en menos de tres meses.

Raúl Castellanos, titular de la Cámara de Empresas de Combustibles, confirmó esta medida, señalando que el litro de nafta súper rondará los $720, mientras que la premium alcanzará aproximadamente los $900 en la Capital Federal. En regiones del interior, los costos son aún más elevados.

La decisión de ajustar los precios se origina en una resolución de la Secretaría de Energía del 28 de diciembre, que estableció incrementos en el biodiesel y bioetanol entre el 28,45% y el 34,44%. A pesar de las expectativas de que las petroleras absorberían parte de estos costos, la realidad muestra que trasladarán casi en su totalidad el aumento al consumidor.

El panorama de 2023 ya había sido desafiante para los conductores argentinos. Durante ese año, a excepción de septiembre, los precios de los combustibles experimentaron incrementos mensuales. Para dimensionar el impacto, el litro de nafta súper inició 2023 en $150,90 y cerró en $553, mientras que la premium pasó de $185,90 a $684.

Con este contexto, la incertidumbre crece entre consumidores y analistas económicos, quienes esperan ver cómo impactará esta nueva alza en la economía doméstica y el costo de vida de los argentinos durante el año que comienza.