La Dirección General de Atención a la Persona con Discapacidad de Rawson realizó por primera vez el Taller de Percusión Interactiva para hipoacúsicos que estuvo bajo la responsabilidad del reconocido baterista y percusionista, Mariano Irigoyen. El intendente Biss acompañó la actividad.

Al respecto, la responsable del área, Jésica Capellán, señaló que “estamos muy contentos de haber traído a Rawson este tipo de taller  con esta magnitud de profesores y profesionales de la música como el caso de Mariano Irigoyen, que es hipoacúsico, y quien está dedicado con su condición de discapacidad a seguir cumpliendo su sueño” agregando que “es increíble todo lo que ofrecen, el sentimiento a través de la música, hacerla desde otro lugar y siempre en positivo”, dijo.   

Capellán expresó que “superó nuestras expectativas, contamos con mucha participación de personas, tanto con o sin discapacidad en pos de poder entender que el nuevo paradigma de la discapacidad invita a este tipo de prácticas lúdicas inclusivas y desde nuestro lugar vamos a seguir ofreciendo estas propuestas”. 

Agradeció “la presencia del intendente Biss que siempre está tan predispuesto y con un fuerte compromiso y acompañamiento en cada actividad inclusiva que llevamos a cabo”, destacó, y agradeció la colaboración de Paola Laurini y Matías Chan.

MUSICA PARA LA INCLUSION

El reconocido baterista, Mariano Irigoyen destacó la oportunidad de llevar adelante el Taller Inclusivo de Percusión “en el lugar más al sur que estoy visitando, la primera vez que vengo con esto a Chubut” agregando que “realmente ha sido muy bueno”. 

Explicó que “desde los 27 años soy hipoacúsico, desde ese momento comencé a usar audífonos y a reinventarme” haciendo hincapié que “cuando perdí la audición estaba en una etapa muy importante de la vida, tocaba con Nito Mestre, tuve la grata experiencia de tocar a los 23 años con Paul McCartney a la Argentina, cuando sorpresivamente de un día para otro me pasó la pérdida de audición y fue un golpe muy duro”. 

Acotó que “intenté con especialistas en Estados Unidos, no hubo solución y lo único concreto fue la utilización de audífonos y a partir de ahí comenzar a no sólo reentender la música, hay que reentender la vida; una discapacidad te toca, no te golpea la puerta y te avisa, aparece de un momento para el otro y uno tiene que aprender a convivir”, expresó. 

En cuanto al sentimiento al realizar cada práctica del taller, sostuvo que “te llega al alma, descubrís que lo verdadero de la vida no es lo material, un disfrute de un golpe conjugado con buen ritmo es lo elemental, ese sentir único que no hay dudas te brinda felicidad. Eso es lo que está en cada clase y te llena el corazón cuando todos disfrutan”, apuntó.   

Irigoyen dejó su agradecimiento “al Municipio por acompañar”, y añadió que “espero volver a verlos y porque no realizar algo mucho más grande, más especial y al ritmo de la inclusión”, finalizó.