La presentación se llevó a cabo en horas de la tarde en el Salón Azul, siendo esta la primera vez que el ejemplar se presenta en la zona. «Era una deuda pendiente presentarlo en Trelew, se cierra el círculo», sostuvo Rosemberg a los presentes. Se llevó a cabo con la presencia de dirigentes radicales, así como de otros partidos, autoridades electas para el próximo periodo de gobierno, y vecinos en general.
Previo a la exposición, se presentó un power point producido por el Frente Radical Amaya Chubut (Frach), cuyo principal referente es desde hace muchos años Orlando Vera. Fue con imágenes de Amaya, desde su casa en Dolavon, donde nació, hasta las que se hicieron más conocidas a lo largo de los años, relacionadas con su tarea de abogado y defensor de derechos humanos, entre otras, así como testimonios de personalidades que lo conocieron y con el cual tuvieron un vínculo muy cercano, entre ellos, César «Kuky» Mac Karthy, Pepe Monge, David Patricio Romero, Hilda Fredes, Santiago Chiche López, Daniel Carreras, Hugo Paverini, Carlos Maestro, Encarnación Díaz de Mulhall, Hipólito Solari Yrigoyen, Aldo Alvarez. El video, concluyó expresando sobre Amaya, «Un hacedor de la libertad».
HACER POLITICA CUANDO ESTABA PROHIBIDO
Posteriormente se inició la presentación con el panel que integró Rosemberg junto al ex senador radical Mario Cimadevilla, quien expresó entre otros conceptos, que conoció a Amaya cuando era profesor en el actual Colegio Nacional y cuando tenía su estudio jurídico a media cuadra de este Diario, «muchos de los que lo conocimos fuimos al sepelio, ahí fue la primera vez que vi en persona a Alfonsín, y anoté lo que definió de Amaya, un hombre con virtudes nada comunes, bondadoso, de firmes convicciones, un amigo, que no sabía de vanidades ni de jactancia, un hombre valiente que no sabía de cobardías», dijo.
El dirigente radical recordó que a Amaya, «le tocó hacer política cuando la política estaba prohibida, había que hacerlo desde la clandestinidad. No se hacía política por ambiciones de cargos, se hacía nada más ni nada menos que para vencer a una dictadura y pudiéramos recuperar la democracia para siempre. Esos fueron los valores de Mario Abel Amaya, un hombre muy amable, muy bueno y un político realmente de los que vale la pena».
En ese marco expresó enorme agradecimiento a Rosemberg, señalando que «de la lectura de tu libro, muchos van a aprender que la política no es actuar por conveniencia, es por convicciones, por principios y el interés general». Seguidamente agradeció al director de Diario EL CHUBUT, José María Sáez, «porque cada vez que hay un acto de esta naturaleza, o social o comunitario o lo que fuera, tenemos la oportunidad de contar con estas instalaciones».
INMORTALIZAR UNA VIDA VALIOSA
Al presentar el libro, Rosemberg reconoció estar muy emocionado, y así lo evidenció en distintos momentos del acto, señalando que «la verdad, quedó una deuda pendiente de presentar el libro en Trelew, lo más cercano a su casa, aquí donde conocí a tantas personas que lo conocieron y lo trataron y me ayudaron a poder armar esta historia, que muchos de ustedes la conocen mejor que nadie. Lo que yo intenté más que nada es reflejar, inmortalizar o difundir una vida que todos consideramos valiosa, un ejemplo de convicciones, de honestidad en el ejercicio de la función pública, de altruismo en momentos en que la política está ligada muchas veces a valores que no son los ideales».
El periodista y escritor, señaló ante los presentes, que «Mario Abel Amaya nos vuelve a poner en eje cada vez que escuchamos o leemos su pensamiento hacia dónde tiene que ir la clase política y por qué no, el periodismo, porque forma parte de un periodismo que tiene sus cuentas pendientes y cuestiones que solucionar y dilemas éticos».
Acto seguido expresó su agradecimiento, «a todos, a José María -Sáez- por la invitación, yo encantado de venir. A Mario -Cimadevilla- lo conozco bien y hace un culto de esto, que hacía Amaya de decir muchas veces», comentó el autor del libro, que tiene cerca de 160 páginas dividido en los siguientes diez capítulos: De San Luis a la Patagonia, Córdoba en llamas, Con la ley en la mano, Amaya libre, Soldado de Alfonsín, Modelo 73, Bajo fuego, El calvario, Investigación y condena, y Amaya vive, con imágenes y documentos históricos relacionados con Amaya.
También agradeció a Orlando Vera, del Frach, «que me ayudó mucho a hacer el libro», y entro otros conceptos que aludió, sostuvo que «se cierra un poco el círculo con esta visita y presentación aquí, porque pudimos presentarlo en la Ciudad de Buenos Aires, donde Amaya fue diputado nacional; en Bahía Blanca, donde fue torturado; en Tucumán, donde terminó la Universidad, y nos quedaba lo más importante, Trelew, que es lo más cercano a la vida de Amaya, de su estudio jurídico, de su casa, del Teatro Español, donde se lo vivó y esperó todos esos meses del año ’72. Cada lugar o piedra que uno remueve, esta Abel Amaya presente. Entonces, creo que era justo poder cerrar un poco un ciclo con la presentación del libro en Trelew, junto a su esposa.
SALUTACION DEL GOBERNADOR ELECTO
Por razones de agenda, el gobernador electo y actual senador nacional por Chubut, Ignacio Agustín Torres, no pudo estar en la presentación del libro. No obstante, hizo llegar su saludo y felicitaciones a Jaime Rosemberg, señalando sobre Amaya, que «desde Chubut mantendremos vivo su compromiso cívico y militante».
Torres, expresó, «los saludo y felicito por la presentación del libro ‘Mario Abel Amaya, entre Tosco y Alfonsín, en el Salón Azul de nuestro querido Diario EL CHUBUT. Por razones de agenda, no puedo participar del acto en homenaje a un gran chubutense como lo fue Mario Abel Amaya, pero hago llegar mi agradecimiento y el de todos los chubutenses al prestigioso Periodista Jaime Rosemberg, por llevar adelante la tarea de escribir su biografía íntegra, trayendo a la memoria la figura del histórico dirigente radical, docente y abogado de derechos humanos».
Según manifestó el electo gobernador, «el recuerdo de Mario Abel Amaya, además de un merecido homenaje a 47 años de su fallecimiento a manos de la dictadura militar de 1976, forma parte de un llamado a seguir fortaleciendo la Democracia en nuestro país. Desde Chubut, mantendremos vivo su compromiso cívico y militante», concluyó.
HOMBRE CALUMNIADO
Mario Abel Amaya murió el 19 de octubre de 1976 en la cárcel de Devoto. Y aunque luego sus restos fueron trasladados a la ciudad de Luján, provincia de San Luis, donde se encuentra actualmente, a los tres días de su deceso fueron inhumados en el Cementerio de Trelew, con la presencia de familiares, su mamá Ana Rosa Gatica, el ex gobernador Atilio Oscar Viglione, vecinos, militantes radicales, y el ex presidente Raúl Alfonsín, líder de la corriente Renovación y Desarrollo, quien clamó en la despedida del difunto, «venimos a despedir a un hombre calumniado», recordando a Amaya, como «un amigo bondadoso, altruista y valiente. Un hombre con convicciones democráticas, que luchaba contra cualquier dictadura, en contra de todos los totalitarismos, sin importarle el signo ideológico que pudiera tener».
ROSEMBERG LE HACE POR FIN JUSTICIA
El libro fue prologado por Jorge Fernández Díaz, quien entre otras formulaciones sostiene del autor, que, «… al narrar la vida, la obra y la muerte de Mario Abel Amaya, contribuye a crear un auténtico héroe de los derechos humanos y a un militante pacífico, pero ciertamente épico».
«Mario Abel Amaya. Entre Tosco y Alfonsín», «es una pintura precisa y rigurosa -expresa en otro párrafo- una crónica periodística admirable que se lee como una novela, y que muestra los años de plomo desde otro punto de vista. El perfil del doctor Amaya, su carácter de antihéroe y de mártir, resulta conmovedor. Rosemberg le hace por fin justicia, justicia histórica y literaria», concluye.
FUENTE: Diario EL CHUBUT