La mayoría de los buques pesqueros permanecen inmovilizados ante la incertidumbre generada por la negativa del SUPA a tratar la conciliación obligatoria. El conflicto salarial, derivado del reclamo por incremento salarial, mantiene en vilo a la flota, que aguarda un pronunciamiento oficial de la Secretaría de Trabajo para decidir si retoman la actividad.
En dialogo con Bahía Engaño Gustavo Gonzalez, presidente de la Cámara de la Flota Amarilla de Chubut (CAFACh) nos comento la situación que mantiene en vilo a la flota pesquera, solo un pequeño porcentaje de buques se aventuraron a zarpar anoche, mientras la gran mayoría permanece agarrada a puerto. La incertidumbre se instauró tras la notificación del SUPA (Sindicato Único de Portuarios Argentinos), indicando que no tratarían la conciliación obligatoria.
Este conflicto tiene sus raíces en el reclamo salarial que se gestó durante el día catastrófico del 29 de diciembre, donde se dictó una conciliación obligatoria que expiraba el dia de ayer. Sin embargo, la situación se complicó cuando, durante esa conciliación, se planteó un nuevo conflicto salarial relacionado con el aumento de remuneraciones.
Ante este nuevo escenario, se solicitó una nueva conciliación obligatoria para discutir el incremento salarial con los barcos operando. La Secretaría de Trabajo rápidamente dictó esta nueva conciliación, con la esperanza de evitar la paralización de la flota. Sin embargo, el SUPA declaró que no la trataría, al menos de manera oficial.
Este anuncio generó un temor generalizado entre los armadores de barcos pesqueros, quienes optaron por no zarpar ante la falta de certeza sobre el funcionamiento del puerto y la descarga de la pesca. La mayoría espera un pronunciamiento oficial de la Secretaría de Trabajo antes de decidir si retoman la actividad.
La lógica detrás de esta decisión se basa en evitar repetir la situación del pasado, donde barcos cargados se vieron afectados por paros y se arrojaron grandes cantidades de pescado al desperdicio. Algunos armadores argumentan que la lección debería haber sido aprendida y que la condición actual no debería llevar a una repetición de eventos tan perjudiciales.
Sin embargo, existe un sector que teme que la realidad no siga esta lógica y prefiere optar por la prudencia, esperando un pronunciamiento oficial que defina la postura del SUPA respecto a la nueva conciliación obligatoria. La incertidumbre persiste mientras la flota pesquera aguarda las noticias que definirán su curso de acción en los próximos días.