Marcos Álvarez (38) fue declarado culpable este mediodía como autor del homicidio agravado de Fabián Acuña (54), cometido a mediados de enero de 2021 en su gimnasio de Puerto Madryn.
La investigación la llevó adelante el fiscal Alex Williams y el veredicto fue dictado por el tribunal integrado por las juezas Patricia Asaro, Marcela Pérez Bogado y Stella Eizmendi, quienes encontraron de manera unánime que la Fiscalía probó su teoría del caso.
El homicidio se trató de un “ajuste de cuentas” por una deuda económica.
EL CASO
Acuña fue asesinado de cinco disparos a quemarropa que impactaron en su brazo, espalda, pecho y rostro. El autor no robó nada del lugar y, según quedó registrado en cámaras de seguridad, ingresó solamente a ultimar a Acuña para luego huir del lugar en una motocicleta.
El hombre, que queda captado por las cámaras de seguridad externas del gimnasio “Tupac Gym” propiedad de Acuña, ingresó a las 20:45 al local con el casco de la moto puesto, lentes, guantes y vistiendo una campera y pantalón largo. Estuvo menos de dos minutos, ya que efectuó los disparos y se retiró.
LETRAS JAPONESAS
La investigación permitió cotejar la vestimenta que poseía el autor del homicidio. Y hubo un dato clave: las letras japonesas del pantalón, que significan “Jiu Jitsu”. Se trata de un arte marcial japonés, y con ese dato los investigadores lograron llegar hasta Álvarez. Al corroborar la vestimenta, pudieron determinar que además del pantalón, poseía las mismas zapatillas y mochila. También las pericias informáticas fueron claves para recuperar información del celular.