Tras tres años de la trágica pérdida de Ronald Guerra, víctima de un accidente provocado por un conductor ebrio, familiares y amigos se unen para inaugurar un año de concientización bajo el lema “Tomar te mata o matás”. Mañana, la repintada de la Estrella Amarilla en el Elsa será el emotivo punto de encuentro donde la comunidad, junto a la Escuelita Vial, recordará a Ronald y abogará por la seguridad vial.
En el marco del tercer aniversario del fallecimiento de Ronald Guerra, sus seres queridos han decidido iniciar un año de concientización sobre los peligros de conducir bajo los efectos del alcohol. Bajo el impactante lema “Tomar te mata o matas”, la familia organiza la repintada de la Estrella Amarilla en su memoria, un emotivo acto que contará con la participación de la Escuelita Vial.
El encuentro tendrá lugar mañana a las 10 a.m. en el Elsa, ubicado en Avenida Marcelino González, frente al cual se encuentra la estrella conmemorativa. Sin embargo, la organización se ve afectada por actos vandálicos recientes, como el destrozo de un farol en el predio, generando preocupación en la familia de Ronald. Ya se ha enviado un comunicado a la presidenta de la cooperativa solicitando una respuesta ante estos incidentes.
A pesar de los obstáculos, la comunidad se movilizará en solidaridad con la causa y la memoria de Ronald. La ruta estará cerrada desde las 9:30 a.m., contando con el apoyo de Tránsito para garantizar la seguridad del evento. Se espera la presencia de familiares, amigos y aquellos que deseen unirse al acto de conmemoración.
La madre de Ronald relata cómo el joven de 25 años, comprometido con la comunidad y apasionado por el hockey, perdió la vida en un trágico accidente causado por un conductor ebrio. Detalla el impacto en la familia y la lucha por la justicia, con el responsable recibiendo cuatro años de prisión domiciliaria, diez años de inhabilitación y trabajos humanitarios.
El relato destaca la labor de Ronald como luchador activo contra el COVID y su aspiración de ingresar a la policía. Además, se aborda la falta de infraestructura vial, como la ausencia de un carril ciclístico, señalando la importancia de la educación y la concientización para evitar futuras tragedias.
En un llamado a la reflexión, la familia Guerra destaca la necesidad de un cambio cultural hacia la prevención y la responsabilidad al volante, reiterando el mensaje de que “tomar mata”. La repintada de la Estrella Amarilla se erige como un tributo a Ronald y un recordatorio de la importancia de la seguridad vial en la comunidad capitalina.