Veinticinco años de historia, una prueba clásica en la provincia, la Carrera de la Bahía se prepara para otra edición, uniendo atletas, comunidad y el espíritu deportivo.

La Bahía celebrará la 25ª edición de su tradicional carrera, un evento destacado que se ha convertido en un clásico en la provincia. La prueba, reconocida y esperada por atletas de toda la región, es más que una competición; es una fiesta del atletismo que une a la comunidad en torno al deporte.

Con concentración en el anfiteatro, punto de partida y llegada, los participantes recorrerán un circuito desafiante y escénico. El recorrido de 5 kilómetros será una competición general, mientras que la categoría de 10 kilómetros premiará a los participantes por edad cada 5 años.

La organización destaca la importancia de la colaboración con el tráfico, reconociendo la necesidad de una convivencia pacífica durante el evento. El apoyo de la comunidad y de patrocinadores, como Casa del Pan y el Banco de la Provincia, es vital para garantizar el éxito de la carrera.

El costo de inscripción, fijado en 5 mil pesos, refleja los esfuerzos para cubrir gastos con trofeos, medallas y otros elementos necesarios para hacer memorable la carrera. A pesar del valor, la organización expresa el deseo de, algún día, ofrecer la carrera de forma gratuita.

Además de la competición principal, hay planes para una carrera hacia el Paraíso posterior a el 10 de febrero, seguida por la posible cuarta edición del Pulpito en Playa Magaña. Estas iniciativas buscan promover la práctica deportiva e involucrar a la comunidad, especialmente a los más jóvenes.

En agradecimiento a la Secretaría de Deportes Cultura y a la municipalidad, la organización destaca el papel crucial de los inspectores de tránsito, que contribuyen a la seguridad física de los atletas durante el evento. La Carrera de la Bahía no es solo una competición; es una celebración que une a toda la comunidad en torno al deporte, la salud y la convivencia.

En un mensaje final, la organización agradece la comprensión de aquellos que pueden verse afectados por las interrupciones temporales causadas por el evento, enfatizando que todo forma parte de la experiencia vibrante que es la vida.