Este sábado por la mañana vía zoom, se concretó una actividad de dirigentes radicales de todo el país donde se analizó el documento “Manifiesto por la esperanza democrática”, escrito que propone un protagonismo activo en las políticas públicas.
El diputado provincial, Manuel Pagliaroni, participó junto a los diputados nacionales Gustavo Menna, Fabio Quetglas, Luis Petcoff Naidenoff, Mario Negri, Facundo Suárez Lastra, Graciela Fernández Meijide, entre otros representantes radicales. En el encuentro virtual expusieron los politólogos, Liliana De Riz, Martín D´Alessandro y Marcelo Cavarozzi, quienes puntualizaron sobre la realidad del gobierno nacional.
Luego de la reunión, Pagliaroni subrayó que “discutimos el documento y los expositores hicieron referencia a su elaboración por parte de dirigentes partidarios”.
Asimismo, el legislador chubutense remarcó la necesidad de construir consensos de cara a las próximas elecciones. “El escrito plantea las necesidades que la UCR conforme un frente electoral pensando en las elecciones del 2021 y 2023, consciente de que ningún partido político solo, en estas circunstancias, puede garantizar un triunfo electoral. El frente debería ser lo más amplio posible con partidos que tengan intenciones similares”, precisó.
Documento
En el escrito “Manifiesto por la esperanza democrática”, se subraya que “nuestra contribución colectiva a la vida del partido apunta a que sea la usina de ideas, programas, luchas y logros con la que alimentemos día tras día la esperanza democrática de los argentinos”.
“Nuestros compromisos históricos, se traducen hoy en la necesidad de modificar de un modo profundo las estructuras económicas y sociales del país, para ampliar las oportunidades y posibilidades vitales de nuestros ciudadanos y ciudadanas y para garantizar una base material que posibilite la efectiva consagración de los derechos. Sin transformación económica, el país no podrá salir del estancamiento. Esas reformas requieren un soporte Institucional y un marco de acuerdos políticos esenciales. De nada sirven los espasmos coyunturales ni las modificaciones menores. Se trata de reconocer un nuevo momento político y tecnológico en el mundo y poner en sintonía de manera estratégica a la economía argentina con este tiempo”, expresa.
Estipula el compromiso para “enfocarnos en cómo generar riqueza en nuestra nación, cómo construir un modelo económico moderno y competitivo, imbuido de una profunda concepción social”.
En este sentido asegura que “saldremos de las inaceptables tasas de pobreza generando riqueza, superando los atajos que nos han llevado de fracaso en fracaso de la mano de los vendedores de ilusiones. Solo el trabajo, muchos trabajos acumulados en el tiempo y a tono con las nuevas formas de producción de bienes y servicios, con un estado vigoroso e inteligente que aliente a las empresas generadoras de empleo, nos permitirá dejar atrás el sufrimiento y la inseguridad de nuestros conciudadanos y conciudadanas hundidos en la pobreza”.
Si bien destaca el avance en los derechos humanos, señala que “la tarea no está concluida y se suma al gran déficit en materia de modernización económica, profesionalización del sector público y calificación institucional. Una sociedad cohesionada y la conquista de estándares de bienestar, requieren estabilidad macroeconómica, la cual necesita de acuerdos políticos claros, de una mayor inserción internacional exportadora y, por lo tanto, de colocar incentivos adecuados a procesos de agregación de valor para los que contamos, como punto de partida, con el potencial necesario”.
Para lograr este cometido, se requiere “un conjunto de medidas de previsión, protección y seguridad social así como adaptaciones regulatorias y de infraestructuras. Para hacer viable la transformación de la economía, el país requiere una sociedad integrada por ciudadanos y ciudadanas que tengan un ejercicio pleno; ese horizonte no habrá de ser un volátil ejercicio estadístico sino una sólida construcción política, social y cultural”.
Manifiesta que se necesita “un cambio profundo, sustentado en lo que los más interesantes pensadores y pensadoras de este momento llaman la gran coalición exportadora. El crecimiento solo vendrá de la mano de la innovación, de la modernización de la economía, de la competencia, de la inserción inteligente en el mercado global, de la calificación de la población, y sobre todo de instituciones firmes, con plena vigencia del estado de derecho e imperio de la ley, así como con reglas del juego claras y estables que alienten la inversión”.
“Un estado con una fiscalidad criteriosa, que integre y capacite a los más necesitados, que provea educación y salud al alcance de todos, que reponga la infraestructura obsoleta e invierta en el soporte que toda actividad económica requiere, que estimule el crédito y las iniciativas de riesgo y que se ocupe sin pretextos de su propia eficiencia para respaldar la producción y la creatividad. Un sistema político democrático y pluralista, un sistema productivo sustentable, eficiente y competitivo, son los pilares que requiere nuestra imagen-objetivo del futuro argentino para volverse realidad”, concluye.